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Un gran amor con guantes de box

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Leticia Scottini anima un sólido personaje. Foto: Alejandro Perischetti
Alejandro Persichetti

La escena inicial es larga, y plantea el mecanismo teatral que desarrollará a lo largo de toda la obra, de una hora de duración. La protagonista del unipersonal, Leticia Scottini, narra y actúa a la vez. Pero no alterna simplemente uno y otro mecanismo, sino que los conjuga, en un juego que el espectador tiene que observar con atención para disfrutar.

Desde esa modalidad irá desarrollando una serie de episodios en la vida de una boxeadora, que aspira al oro olímpico en 2012, el año en que el boxeo femenino es incorporado como disciplina olímpica. Una larga escena inicial sume al espectador en la duda sobre qué sentido tiene todo lo que está viendo. Pero una mala noticia (la muerte del padre de la boxeadora), dota de fuerte sentido a todo lo sucedido.

Desde ahí se irá armando un unipersonal exigente con la actriz, que tiene como plataforma un texto hermoso. Su autora, Charlotte Josephine, fue una de las voces emergentes de la nueva literatura dramática inglesa, y la calidad del texto se nota tanto en sus aspectos formales como de contenido.

En cuanto a su forma, la obra arma una secuencia ágil, con saltos en el tiempo, que mantiene atento al público, mientras le presenta un mapa emocional de la protagonista, que contiene exactamente lo que se necesita para que el personaje quede trazado con simplicidad y profundidad. A nivel de contenido, la historia apuesta al optimismo, sin caer en lugares comunes.

Scottini hace con ese material una interpretación osada, con audacia y energía. Lejos de esas actuaciones en las que el intérprete juega a comunicar con la menor expresividad posible, la actriz pone todo un abanico de recursos en el escenario, donde lo técnico va de la mano de lo visceral.

Telón Rojo es un teatro que viene ofreciendo textos y escenificaciones de interés. De hecho, aunque muchos espectadores quizá no lo tengan muy en la mira a la hora de planificar una salida, es un lugar que vale tener presente. Sus salas pequeñas, su ambiente cálido y su programación selecta, invita a ver un tipo de teatro a la vez humanista, estéticamente interesante y que sabe entretener. En Bitch Boxer, más allá del tema del boxeo, hay una historia de amor entrañable. El espectador puede que salga lleno de optimismo, además de ver un buen espectáculo.

BITCH BOXER [****]

Texto: Charlotte Josephine. Dirección: Ricardo Beiro Traducción y actuación: Leticia Scottini. Diseño de luces: Eduardo Guerrero. Ambientación sonora: Alfredo Leirós. Vestuario: Paula Polakof. Asistencia y combate escénico: Christian Zagía. Sala: Telón Rojo, Soriano 1274 entre Yaguarón y Yi. Funciones: sábados a las 21:00 y domingos a las 19:00. Entradas, $ 450. Reservas: tel. 2908 5598 o [email protected]

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Leticia Scottini anima un sólido personaje. Foto: Alejandro Perischetti

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