Publicidad

Bigelow, la amazona del cine

Compartir esta noticia
Kathryn Bigelow, una directora de cine que se impuso en Hollywood.

La directora más aclamada de Hollywood vuelve al tapete con un título que, una vez más, dará que hablar.

La han definido como una amazona escultural de 1,82 de estatura. Rehuye las cámaras porque entiende que su lugar está detrás de ellas. Tiene fama de mujer dura, a la que le gusta meterse en los rincones más inhóspitos de la actualidad bélica de su país. Es inteligente, aguda, de una belleza resistente a sus 65 años y hace siete demostró que puede imponerse en Hollywood y arrebatarle la estatuilla más deseada nada menos que a su expareja, James Cameron, el niño mimado de la industria. Y con ello convertirse además en la primera mujer que ganaba un Oscar como Mejor Directora.

Así, Kathryn Bigelow esculpió su propia leyenda y se hizo un lugar entre los grandes directores de cine. Pero implicó un largo camino en el que tuvo que pasar varios sinsabores antes de probar su valía.

Filmando demostró que su conocimiento de cine es profundo, al tiempo que evidenció la influencia de algunos de los directores clásicos que hicieron el cine moderno, como Stanley Kubrik, Alfred Hitchcock, Sergio Leone o Akira Kurosawa.

Al hablar de dos de sus películas favoritas, Apocalypse Now y Todos los hombres del presidente, Bigelow parece definir las bases de su arte. "Lo interesante de esas películas, de los filmes de Vietnam, es que informaron así de un tema que nunca habría tenido la oportunidad de conocer de primera mano —dice Bigelow—. Me iluminaron y me educaron. De ahí que veo clara la responsabilidad social y el compromiso del cine que quiero hacer, ese en el que muestre la realidad del mundo en que vivimos o de estos momentos extraordinarios que nos ha tocado vivir".

La cineasta ha sido a menudo censurada por su gusto por la violencia, una presencia permanente en toda su filmografía. Las peores críticas llovieron en la película estrenada en 2013 La noche más oscura (Zero Dark Thirty, su título original), que trataba sobre la captura y muerte del líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden. Las escenas de tortura a un prisionero que los oficiales estadounidenses interrogaban para dar con el paradero del líder terrorista hicieron poner el grito en el cielo a varios especialistas en cine y pusieron muy nerviosa a la Casa Blanca.

Todo esto ha contribuido a levantar la imagen de guerrera amazona. Bigelow ha intentado justificarse argumentando que durante la producción de sus dos películas —tanto la mencionada, como la oscarizada En tierra hostil (The Hurt Locker, 2010), centrada en un episodio bélico— tomó contacto con integrantes de las fuerzas especiales y de los servicios secretos. Y ello le hizo cambiar de punto de vista con respecto a ellos. "He sentido de cerca la psicología, dedicación e inteligencia que existe entre estos grupos de fuerzas especiales, con una capacidad de tomar decisiones de vida o muerte en una fracción de segundo. Me dejaron impresionada", explicó en una entrevista.

Antes del cine.

Kathryn Ann Bigelow nació en San Carlos, California, el 27 de noviembre de 1951. Su hogar se asemejaba al de cualquier familia de clase media de los dorados años 50. Su padre era un ejecutivo, directivo de una empresa de pinturas, en tanto que su madre era bibliotecaria.

Su belleza y un cuerpo esbelto hicieron que en su juventud tuviera su momento como modelo. Pero las inquietudes de Kathryn eran otras. Cuando ingresó a la Universidad de Columbia descubrió su inclinación por las artes, en particular por la pintura. Pronto se destacó y varias de sus obras fueron colgadas en el Whitney Museum de Nueva York.

Su vida universitaria no estuvo ajena a los movimientos de protestas típicos de los revoltosos años sesenta. Fue miembro del grupo radical Art and Lenguage, un movimiento de arte conceptual de inspiración marxista y de origen británico, que tuvo su momento de efervescencia entre 1966 y 1970. Sus inquietudes intelectuales la llevaron, además, a convertirse en editora de la revista teórica Semiotext, dedicada a la semiótica.

Al salir de la universidad dejó atrás esta intensa vida académica y tal vez sedienta de nuevas experiencias terminó convertida en agente de Policía.

Al poco tiempo sintió despertar su vocación por el cine. Su carrera parece haber sido bastante atípica. Lejos de lo que podría esperarse de una mujer detrás de la cámara en la industria hollywoodense, Bigelow mostró su gusto por el cine de acción, el thriller e incluso el género de terror. Precisamente en 1987 recibió su primer reconocimiento con un film de terror titulado Los Viajeros de la Noche (Neared Darkness) y en 1991 cosechó elogios por su Punto de quiebra (Point Break), con Patrick Swayze y Keanu Reeves, con la que obtuvo su primer éxito taquillero.

En esta época, concretamente entre 1989 y 1991, estuvo casada con James Cameron con quien formó además pareja artística. Con él rodó una película que actualmente es considerada de culto: Días extraños (Strange days, 1995), protagonizada por Ralph Fiennes y Juliette Lewis, que resultó un fracaso de taquilla.

La revancha llegó con En tierra hostil, que le permitió ganar el Oscar como directora y cosechó otras cinco estatuillas en diferentes rubros. La azarosa historia de esta película se vería amplificada cuatro años más tarde cuando emprendió la aventura de filmar la caída de Bin Laden y para ello debió adentrarse en tierra realmente hostil.

Hoy es una de las mujeres más requeridas en Hollywood y puede darse el lujo de realizar solo las películas que realmente la movilizan, como Detroit, su próximo estreno previsto para el 4 de agosto, donde otra vez vuelve a meter el dedo en la llaga.

Explosivo conflicto racial.

Detroit, la película que se estrenará el mes que viene, está basada en hechos reales. Se trata de un episodio ocurrido en la mencionada ciudad en 1967, a partir de una redada policial que terminó en el Algiers Hotel donde tuvo lugar una verdadera masacre en la que las víctimas fueron afroamericanos. Mark Boal, el mismo guionista que trabajó en sus dos anteriores películas, vuelve para escribir esta explosiva trama.

Cameron, el hombre entre bambalinas.

James Cameron es un director consagrado por Hollywood. Ganador de tres premios Oscar por su labor de dirección, es conocido por verdaderos clásicos del cine comercial tales como dos títulos de la saga de Terminator, Titanic, o la segunda parte de Aliens. Sin embargo, la obra en la que apostó toda su carrera, Avatar, no le valió la estatuilla como esperaba. Su ex se la arrebató.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Kathryn Bigelow, una directora de cine que se impuso en Hollywood.

NOMBRES DEL DOMINGO&Renzo Rossello

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

Detroit

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad