Las autoridades egipcias elevaron a 29 las personas muertas en el atentado perpetrado el viernes por diez hombres enmascarados contra un ómnibus en el que viajaban cristianos coptos, y que se dirigía al monasterio de San Samuel, en la provincia de Minia, situada en el sur de Egipto.

El Consejo de Ministros informó que 29 personas perecieron en el atentado y 13 resultaron heridas.

El presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, acusó en un discurso televisado al grupo terrorista Estado Islámico (EI) de cometerlo. Ayer, esa organización extremista reinvidicó la acción criminal.

Mientras, aviones egipcios volvieron a bombardear ayer sábado posiciones terroristas en la ciudad de Derna, situada en el este de Libia, en respuesta al ataque. El vocero de las Fuerzas Armadas de Egipto, general Tamer al Refal, indicó, en un comunicado en Facebook, que "la Fuerza Aérea hizo ataques contra agrupaciones terroristas en Libia" y puntualizó que, según los datos que tienen las autoridades egipcias, se confirma que desde Derna se planificó el ataque terrorista.

El presidente Al Sisi, indicó que una de las causas de estos ataques en Egipto es porque "el Dáesh (acrónimo en árabe del EI) está siendo derrotado en Siria", por lo que muchos de los combatientes llegan a Egipto atravesando el Sinaí, donde tiene base una filial del EI, y por los territorios fronterizos con Libia.

Los coptos egipcios representan entre el 10 y el 12% de la población, centrados en Minia.

EGIPTO CONTRAATACA