Apoyaron la posición de EE.UU. y Reino Unido de tener fronteras seguras.

Los líderes del G7, reunidos en la ciudad italiana de Taormina (isla de Sicilia), reclamaron "esfuerzos coordinados a nivel nacional e internacional" para la gestión del flujo migratorio, al tiempo que defendieron "el derecho soberano a controlar" las fronteras.

"Mientras defendemos los Derechos Humanos de todos los inmigrantes y refugiados, reafirmamos los derechos soberanos de los Estados, individuales o colectivos, para controlar sus propias fronteras en su interés y seguridad nacional", según el comunicado final de la reunión.

El G7 señaló que el flujo de inmigrantes y refugiados "a gran escala es una tendencia global, debido a sus implicancias para la seguridad y los derechos humanos, y llama a esfuerzos coordinados en los niveles nacional e internacional". La mención a la tendencia global fue solicitada por Italia, que afirma que no se trata de un problema local.

Asimismo, el G7 manifestó que "la gestión y el control de los flujos migratorios requiere un enfoque de emergencia y a largo plazo" pero, subraya el Grupo, respetando "la distinción" entre refugiado e inmigrante.

Las democracias más industrializadas del planeta manifestaron también que reconocen "la necesidad de apoyar a los refugiados para que regresen a sus países de origen en la medida de lo posible", de forma segura e impulsando la reconstrucción de sus comunidades.

Acordaron "establecer asociaciones para ayudar a los países a crear las condiciones dentro de sus fronteras para abordar los elementos que impulsan la migración, ya que esa es la mejor solución a largo plazo a estos desafíos. También reconocemos que los estados comparten una responsabilidad en el manejo de los flujos, en proteger a refugiados y migrantes y salvaguardar a los más vulnerables entre elllos, como son las mujeres en riesgo, los adolescentes, los niños y los menores que no están acompañados". Ratifica que se deben aplicar controles fronterizos, establecer esquemas de retorno y realzar la cooperación en la aplicación de las leyes.

Están convencidos que si se actúa de esa manera, "salvaguardaremos el valor de los aspectos positivos de una migración segura, ordenada y regular, porque el manejo apropiado de los flujos puede traer beneficios económicos y sociales a los países, tanto de origen como de destino, así como a los propios migrantes y refugiados".

El control de las fronteras es algo reclamado por distintos miembros del G7, como Reino Unido, pero más vehementemente por la administración estadounidense de Donald Trump, que planea construir un muro en la frontera de su país con México, entre otras medidas. Asimismo, Trump firmó dos decretos que limitan de manera transitoria el ingreso de ciudadanos de seis países de mayoría musulmana, los que fueron frenados por la Justicia. El presidente ha prometido llevar el tema a consideración de la Suprema Corte de Justicia.

Trump afirma que es necesario modificar la política en materia de migración para proteger a los ciudadanos de Estados Unidos ante la amenaza del terrorismo que busca destruir a Occidente.

El primer ministro de Italia, Paolo Gentiloni consideró que la mención al tema migratorio "reconoce el valor fundamental de la acogida humanitaria".

La cumbre ha sido celebrada en Taormina porque, por su posición geográfica, se encuentra en el centro del canal migratorio del Mediterráneo central, por el que en 2016 alcanzaron las costas italianas alrededor de 181.000 inmigrantes.

Por otro lado, los líderes del G7 se manifestaron firmes, sin fisuras, en su exigencia a que Corea del Norte abandone "todos los programas balísticos y nucleares" de forma "verificable" o, de lo contrario se "reforzarán" las sanciones, avanzaron.

Uno de los puntos más relevantes de este G7 ha sido la redacción de un acuerdo "ad hoc" sobre la lucha contra el terrorismo, especialmente en internet y que fue redactado como "un mensaje de amistad" hacia Reino Unido por el atentado de Manchester. Un texto muy aplaudido por el mandatario estadounidense, que también señala los avances logrados en la lucha contra el Estado Islámico.

Los gobernantes cerraron así una cumbre que no volverá a reeditarse hasta el próximo año, esta vez en la región canadiense de Charlevoix.

Los temas sociales estuvieron en primer orden en la cumbre de Taormina. Por eso, la igualdad de género aparece en la declaración final como "fundamental para la realización plena de los derechos humanos y una prioridad para nosotros, porque las mujeres y niñas son agentes poderosos del cambio. Promover su empoderamiento y cerrar la brecha de género no solo es lo correcto, sino también inteligente para nuestras economías, y una contribución crucial para avanzar hacia el desarrollo sostenible".

Expone que "las mujeres y niñas sufren altas tasas de discriminación, acoso y violencia, así como otras violaciones y abusos a los derechos humanos. Si bien están mejor educadas hoy, todavía tienen más probabilidad de estar empleadas en trabajos de bajos salarios, sobrellevan la mayor carga de los cuidados no pagos y del trabajo doméstico, y su participación y liderazgo en la vida privada y pública, así como su acceso a las oportunidades económicas son desiguales". Ratifican que debe hacerse más.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, avisó que mantendrá, mañana lunes en Versalles, una conversación "exigente" y "sin concesiones" sobre el conflicto en Ucrania con su par de Rusia, Vladimir Putin.

"Tendré un diálogo exigente con Rusia", declaró en la rueda de prensa posterior a la cumbre del G7.

La guerra en el este del país causó más de 10.000 muertos desde que comenzó hace tres años.

Respecto a Siria, opinó que es necesario "hablar con Rusia para cambiar el marco de salida de la crisis militar y construir de forma mucho más colectiva una solución política inclusiva". Fuente: AFP

GRUPO DE LOS 7: ACCIÓN ANTE LOS RETOS MUNDIALES