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Túnez ‘77: Uruguay protagonista del primer Mundial juvenil

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Uruguay  ante Brasil en el año 1977

Los celestes fueron cuartos después de perder una discutida serie de penales en la semifinal: siete de aquel equipo llegaron a mundiales de mayores.

Las elecciones de la FIFA en 1974 registraron una verdadera campaña proselitista, con los dos candidatos (el brasileño Joao Havelange y el inglés Stanley Rous) presentando su plataforma en varias en giras internacionales. Havelange resultó triunfador gracias al voto de latinoamericanos, africanos y asiáticos, con la promesa de llevar torneos al hasta entonces olvidado tercer mundo de la pelota.

La promesa se empezó a cumplir en 1977, otorgando el primer Mundial Juvenil (hoy Mundial sub 20) a Túnez. Desde Europa se criticó la iniciativa, considerando que hacer competir a jóvenes de corta edad alteraría su proceso de maduración. Pero el torneo se asentó, se convirtió en un éxito y originó la aparición de mundiales para jugadores incluso más bisoños.

El certamen del 77, tal vez por tratarse del primero, tuvo un reducido presupuesto. Hubo apenas cuatro ciudades sede (Túnez, Radés, Sousse y Sfax, aunque Radés es casi un suburbio de Túnez). Los partidos se jugaron de tarde entre fines de junio y principios de julio, pese a que el calor se acercaba a los 40 grados. El equipo uruguayo tuvo que viajar a Holanda y desde allí, en un charter, voló a Túnez junto a los planteles de Brasil, Paraguay, Honduras y México. Ya en el país anfitrión, fue derivado junto a otras delegaciones a una residencia universitaria "para señoritas", lo cual en su momento provocó recelos. Solo Brasil se hospedó un hotel.

Uruguay llegaba con el título de campeón sudamericano, conquistado pocas semanas antes en Caracas, bajo la conducción de la dupla formada por el técnico Raúl Bentancor y el preparador físico Esteban Gesto.

El plantel era éste: Fernando Álvez (Defensor), José Luis Russo (Huracán Buceo), Daniel Enríquez (Nacional), José Moreira (Danubio), Víctor Duque (Danubio), Eliseo Rivero (Danubio), Alberto Bica (Cerro), Víctor Diogo (Peñarol), Amaro Nadal (Nacional), Ariel Krasouski (Wanderers), Venancio Ramos (Peñarol), Carlos Maynard (Nacional), Hugo De León (Nacional, Mario Saralegui (Peñarol), Héctor Vique (Huracán Buceo), Ruben Paz (Peñarol), Gerardo Caetano (Defensor) y Américo Silva (OFI).

Se formaron cuatro series, cuyos ganadores iban directo a las semifinales: México, España, Francia, Túnez en el A; Uruguay, Honduras, Hungría y Marruecos en el B; Brasil, Irán, Italia y Costa de Marfil en el C; Unión Soviética, Paraguay, Irak y Austria en el D. Otra peculiaridad de aquel certamen: los partidos se jugaban a 80 minutos.

Los celestes ganaron los tres encuentros de su serie: 2-1 a Hungría, 1-0 a Honduras y 3-0 a Marruecos. Las dos semifinales se decidieron por penales: los soviéticos le ganaron a los uruguayos y los mexicanos a los brasileños. La URSS se consagró primer campeón mundial, al vencer a los mexicanos también por penales. Y Brasil se quedó con el tercer puesto, al golear a un desmoralizado equipo celeste por 4 a 0.

¿Qué había ocurrido? El equipo celeste se sintió despojado por el árbitro italiano Gianfranco Menegalli en la serie de penales adversa. Álvez atajó el tiro de Baltacha, pero el juez mandó repetir porque consideró que el arquero se había movido hacia adelante antes de la ejecución. En la repetición, Baltacha convirtió, igual que los tres soviéticos que remataron después. También marcaron Bica, Paz y Enríquez, pero Nadal mandó alto el suyo y Ramos afuera, junto a un palo, el último. Antes de su tiro, sin embargo, el golero soviético Yurin se movió tanto o más que Álvez, pero Menegalli nada dijo y de esa forma Uruguay se quedó sin final.

Al otro día, el enviado de El País, Marcelino Pérez, entrevistó a Menegalli, quien admitió que el arquero de la CCCP se había adelantado, pero argumentó que eso no había influido en el error de Ramos.

Chicharra no estaba en la lista de tiradores pero en el momento pidió rematar. Eso fue también motivo de controversias porque se consideró que no era de los mejores ejecutantes. Años después, sin embargo, Ramos colocó un penal en el ángulo superior izquierdo del chileno Rojas clasificó a Uruguay al Mundial de México 1986, demostración de técnica y sangre fría, aunque de aquella tarde sea más recordado su "limonazo" a la pelota antes del tiro libre de Aravena.

Siete integrantes de aquel plantel celeste terminaron jugando mundiales de mayores: Álvez, De León, Diogo, Ramos, Paz, Saralegui y Eliseo Rivero. Los brasileños del 77 no tuvieron en cambio gran destaque internacional. El mejor jugador del torneo fue Vladimir Bessonov, titular con la URSS en tres Copas del Mundo.

Después de una campaña llena de satisfacciones, tanto en el Sudamericano como en el Mundial, la definición en Túnez tuvo un gusto amargo para Uruguay. Se impugnó el arbitraje de Menegalli, pero la FIFA desestimó el reclamo por "extemporáneo e improcedente". Tan poca importancia le dio el organismo a la molestia uruguaya que cuatro años más tarde, en el Mundial juvenil de Australia, Menegalli fue designado para el partido contra Rumania. Uruguay resultó eliminado otra vez, pero no se le pudo echar la culpa al juez, sino a dos remates de lejos de los rumanos, cuando el equipo celeste había sido muy superior en el juego.

Los dirigentes presentes en Túnez 77 también plantearon el interés uruguayo por organizar el Mundial de la categoría en 1981. Desde entonces pasaron 40 años y 21 ediciones, contando la actual en Corea del Sur, sin que la FIFA atendiera aquel pedido.

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